domingo, noviembre 30, 2008

ligadura.

Érica se encontraba en la entrada al desvestir de las rocas sobre la creación de sus propias espadas en llamas, que incinerándose no sólo como armas sino como esferas de un encantamiento poco sutilizado por energías enfermas que cantaron hasta el amanecer con sus músculos cubiertos de la nieve del cataclismo, surgieron cercanas al bosque que trepida nombres inciertos para ahuyentarla.

Utilizando mis garras no tiene ella dónde ir, y las salas están cerradas. Todas las llaves tienen dueños ajenos en extraños estómagos que degluten niños sin escupir sus huesos.

Si no importa tanto es porque siempre que el calor arrase voy a estar adentrada en Érica sobre el asfalto, transpirándonos entonces en el zapateo histérico de los que corren trenes sin sacar boleto o piden atención para la cena que les dé su afición al arte que cansa y parte la euforia de la calle. Las veredas con sombra y no me quedo sin saber si el frío es igual, pero éste no se invoca.




Yo, máquina, de noche me corrompo para no ganar más terreno. Ella tenía un misterio que espero no me haya dejado mordisquear. Hablo de Érica, que sueña y atraviesa la entrada, cualquier umbral a todo momento. Ella se desdobla con mis inconscientes desdenes en tanto que me oxido por dentro las sonrisas fingidas vueltas orín, porque no sé si es llanto ya.

sábado, noviembre 29, 2008

Tenías un canto que se clavaba en todas mis partes sensibles, más allá de mi alma, de los pocos trozos de esencia grata. Un alarido creado para masticar mi historia, algo que no me dejara construir sueños o proyectos, emitiéndose constantemente. El sonido de tu respiración hecho cárcel me sostiene, me da de comer, me abriga. Soy un objeto.



Me grita, ME EXIGE también que deje de llorar.

(y yo tengo que arrancarme)



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lunes, octubre 27, 2008

nociva crudeza.



El reflejo de las gotas perdidas en mí, llevándome. (a dónde) Las esquinas palpan, siendo hurgadas. (porque el aire, sed de acontecer a la noche)

Golpéame lluvia para volverme caudal de una vez... bajo algún rayo carente de intensidad. (siquiera merezco)

Enumerar era entonces como evadir las luces de la tarde, perder finalidad y mojarse sin ideas, sin ánimos de ser secada por otro extraño. Ningún pabilo me despierta ya.

Los trapitos dentro y sucios de mí. (por eso)

lunes, septiembre 01, 2008

Hallazgo de mi oscurecido concepto de fluir:

Nadar por una noche colmada de anzuelos, desgarrar mis labios, afianzarme a la sed cuando las almas circundan (ellas que nunca cesan, ellas que perdieron ya su forma y están de cacería), olvidarme del agua.



(cuando me descubras...,
cuando me descubra yo
y caiga, intensa)



.

martes, agosto 26, 2008

I can only love a little pixie with anaemia who makes anagrams with a name which is not mine.



(EMERGENCY)

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jueves, julio 31, 2008

hilos.



Vas a ser el personaje más oscuro, nadie va a poder jamás volver a gozar bajo este sol y la luna va a encontrarse con su enfermedad de antaño, esa que la viene matando de a poco, esa que la viene envenenando desde hace eternidades y la va a engullir desde su mismo centro para que le manche el alma de una vez por todas. Va a desaparecer escuchando el eco de tu risa.

Yo voy a hacer que vos juntes esas manos, que vos juntes tus huesos, que te limpies de vos para meterte de lleno en esta mugre, en este andar mío ciega por la única noche. Te voy a hacer tragar silencio y sombra hasta deshacerme de mis máscaras, hasta deshacerte de tus láminas.

Y entonces voy a sonreír con mi sangre esbozando mis deseos de querer abrirte la piel, pero vos no vas a estar, y yo voy a tener que mentirme viva.

miércoles, julio 30, 2008

viernes, julio 25, 2008

Yo la llamo destrozos pero aún no nació, o quizás ya esté muerta.

miércoles, julio 23, 2008

desvinculación.


CENTRO.


Tenerse entre los brazos cansados
de saber que no va a venir.

El encuentro se desvive.

Se nos muere, se clava, se adentra, me duele
porque soy yo.


LA MATERIA REPUGNÁNDONOS.


Mecerse, tenerse.

(Estrujarse.)

En la alegría la mancha,
en el distanciamiento el sumergir.

Nadie se ahoga
por qué
nadie se ahoga.

Lo propio.


LOS HUMANOS.


El maestro se aleja,
podemos volvernos isla.

El maestro nos llora,
cargamos con todo el peso
que dejamos caer.


TE NOMBRO.


Me arrimo y
te fallo.


A ella le gritan que no puede dejar de temblarse en el oído antes de volver susurro el alarido que nos ladra. Ella escribe, se derrama, se invierte, se bebe para buscar la paz innata. Tiene un centro, se quiebra, tiene un espejo. Nota sus manos abiertas recién después de la vorágine, se resquebrajan y sangran, se resquebrajan y rezan. Se siente ciega olfateando el sonido de sus piernas, se sorbe, se incrementa.
Es una acción, no puede escribirse. Atenta en contra de su dicción y escupe la carne de entredientes. La guarda en ella, cuando puede mordisquea, en sus huecos. En la locura, en la cabeza.

sábado, julio 19, 2008

víctimas.



(La noche, siempre clara, se amolda a los huesos de los unidos por larguísimos y delicados hilos olvidados. Ella está vestida, como nunca. Su piel, esta vez violeta, se cubre de la tibieza de los cuerpos que no ve. Hace tiempo aprendió él a observar y no se inhibe, es la violácea sin embargo la que se sienta cerca a esperar que pasen los trenes.)


(Con una voz poco profunda, contemplando el juego que construyen sus pies cerca del piso sin atender a la contracción misma de su eje.) El cataclismo se origina cuando los ojos no se evaden.

(Ansiando interrumpir algún estado, enmascarándose, deseando interceptarla.) Disculpame, ¿estabas hablando sola?

− Estoy hablando con vos, (No lo mira, no se anima a mirarlo tan en el centro de su evasión.) sin voz es que me estoy adentrando. Si vuelvo es porque no sé punzar.

(Resignado a él.) Es como si tus palabras sangraran, siniestra. Como si tuviésemos nombre o corazón.

(Buscando filo.) Llevame a las hamacas.

− No, allá te perdés cuando tu cuello se curva, (Sonríe con aires de soberbia para desorientarla.) lo dejás evidenciar.

− Vaciar las órbitas oculares no es perderse, de eso estoy segura. Tener un ritmo, afianzarse a la marea no es extraviarse. (Acechando su cuello.) Hoy creí que nos íbamos a descarrilar.

− Hoy nos descarrilamos, justo después de que el perro persiguiera el último tren.

(Ella, ausente de talones ya, está vencida. La noche oscurece porque la Luna engulle a los enlazados.)

miércoles, julio 16, 2008

Hay un gusto a verdad que me arde. Armonía es cuando tus cantares o tu llanto no se traducen en alaridos. Tenemos alma y razón, tenemos devenires y estoy acá. Estás acá. La visión quema, el tacto calma y nos condena a una noche abierta, a una madrugada de tibiezas sangrando apaciblemente.

martes, julio 08, 2008


Acercarme cuando y porque te vas.

Me da asco a veces llorarte así. Me da asco también extrañarte sabiendo de la cantidad de vacíos. Pero durante todo el otro tiempo estás vos... y su presencia atada a tus tobillos de la manera más tierna.

Tengo una carpeta escondida y es la tuya. Ayer inconscientemente reinventé dibujos de allá. (Hoy más yo. Hoy menos yo.)

Encontrarte en el bondi, yendo al otro colegio o a tu casa, enseñando, darte una interpretación, fallarte a causa de mi plasticidad. Si me conocieras hoy, en profundidad, tendrías el coraje de aceptarme, dibujarme, comprenderme igual. No es una certeza, es un presentimiento. El más cálido, el que más me impulsa.

Me da rabia tenerte sólo idealizado casi. Necesito crecer con tus fallas, con tu mal humor, con tu dolor más profundo. Abrazarte. (Que ansíes eso, tan terrible.)

Perdón por mi egoísmo, por lo que te escribo a veces, por lo de siempre, ya sabés. Perdón por los resaltadores, siempre fui una idiota. Por pensarte también, y por lo que pienso de las herramientas cuando te pienso. No me perdones porque es para mi bien. No me perdones porque siempre es para mi bien.

Sí, tan terrible.

sigilo.



Las hacías pasar, una a una, y luego de examinarles alma y piel se aproximaban sin vacilación a esa interminable hilera. Tenían frío, vidrios, y estaban empapadas en baba, jugos ajenos, llanto.

Después de dos años sin comer, siendo bebidas cada hora y media por deformes clowns que manipulabas, si no enloquecían empezaban a apreciar la degustación de cada gorgoteo amargo, de cada sonrisa enferma, de todas las máscaras. Detrás del vidrio vos, y cuando no podías más les mostrabas a algunas que tus ojos estaban. Realmente no sé si permanecías siempre detrás.

Las desquiciadas mueren; el exterminio es hoy. Todas las demás podrán, en un par de años, constar de una máquina parecida para ubicarla por encima de su latir para así creer que se olvidan de todo.

Todo se fue con la destrucción de sus compañeras, su placer es un engaño más allá del evidente. El mundo punza, reacciono con las agujas, el mundo deja de aguijonear.

Las hacías volverse témpano, se caen sobre sí mismas.

lunes, julio 07, 2008

Bordeaux (...) enséñame Bordeaux, una vez más, acerca de la profundidad de esta noche. Extírpame los ojos.

brindarse.


Estabas loca. Te atemorizaba el mordisquear oscuro de esa que creyó estar hecha de vos y aún te despelleja para sentirse mejor intentando evadir sus molares. Ellos existen, pero ahora la sangre corre. Roerías vos también ajenas flores despreciables en medio de la inútil noche que te engulle. Estabas loca, ahora sólo estás perdida.

domingo, junio 29, 2008

próxima a la desproporción.


Necesito amanecerme, desencontrarme de esta piel tildada ya de desquiciada y llamarlo, llamarla, llamarlo a lo que está debajo, a la viscosidad que supongo yo −porque a veces creo verlo− puebla mis entrañas. Ella nos reúne y juntas instauramos la meta. Él es despreciable, él nos llora y nos relame los tobillos. Succiona vida desde nuestro eje, así es como creo perder mi orientación.

No sé dónde debería nacer el abrazo. Creo que la certeza está en su danza, en la del desquiciado, en la del inconstante, en el movimiento del reflexivo, del que busca integridad. La convicción está en los giros del que se lleva el sigilo de los témpanos. Estoy segura, resguardada de mí, convencida. Ella sólo supo disgregarme. Parece que intentó perturbarlo, ella es solamente títere de sí misma. Está desanimada, no veo razones para no descoserla…

Es en verdad reinventarme, adentrarme en la inmensa noche o el incontrolable deseo de llamar a lo que estremece eso que punza al alba para estallar sin dejar de ser sombra, fondo más preciado, unión. Algo de eso siempre, pero si nombro al títere no puedo desprenderme del gato que me cree madre para que juegue con mis propios hijos, estos hilos. Porque las marionetas son fantasmas −sé sentirlo así− y estos descomponen mi mirada, me hacen evidenciar la fragmentación con la que cargo al apreciar y al cerrarme a mí también. Segura no estoy, convencida sí. Las marionetas me ayudan, estos fantasmas contienen mi futura niebla, si lloriqueo sólo es porque soy chica y estoy cruda.

martes, junio 24, 2008

nace.


Tan tibio traerte a éste,
mi lugar de rincones desperdiciados
repletos de la podredumbre
de mi cuerpo.

No.


Niego;
la acción
incomoda al diablo chiquito
y manso
que se sobresalta con los colores
de presencia mía que se va

en sombras clandestinas.


No puedo.


Cargar con estas flechas
no puedo
clavarme más en la locura

acuática.


No puedo alejarme.


Me disipo
antes de apretujar
la mano que nos arde
mientras el mundo baila

sin caerse esta vez.


No puedo alejarme del ritmo.


Las escaleras guardan la quietud de los muertos
epilépticos sobre el pesado cuerpo mío
hoy sin color
y crujen mi despedida,
bienvenida de fábulas

con inaceptables moralejas.


El mundo nos llama; No puedo alejarme del ritmo inmóvil.

lunes, junio 23, 2008

martes, junio 17, 2008

Ya nadie dibuja o describe ciudades para acariciarme en el rincón de la transferencia; anularon los umbrales. La comunicación se quedó sin suspiros y el contenido me satura, me rompe. Lo pincha y se va. El hijo se sostiene en mí. No tiene nombre y me acurruco entre mi muerte. Descubro que al partirme sobresalen algunas de las partes tersas que creí perdidas. La exhumación involuntaria me hace escupir carne del pasado sin perdones. El hijo me espera con los brazos por el suelo porque sabe que esta noche no voy a soñarme. Fugitiva soy cuando me escucho venir. Sueño igual, dejando que mi garganta se abra.

lunes, junio 16, 2008

divorcios.


La hago sonar contra mi cuerpo aunque esté enteramente perdida. Corretea, me muestra sus pupilas, me ataca. Le salen mis garras desde dentro y una ambivalencia brota del hueco que dejan para girar en torno a nosotras. Pasamos a ser tres y una más –la de siempre− insinúa no tener corazón. Los dedos son cinco y se mueven al ritmo del canturreo hipócrita de la que empieza a imaginar. Nadie supo narrar su origen, pero entonces hay otra y la discontinua ya no aguanta, se vuelve un salto cuando alguien succiona su placer; después cae. No tiene mérito y se escurre en su sollozo mientras que la ladrona –que con sosiego trata de definirse− comienza a hablar con su voz. Quien cae y se escurre desaparece. Somos cuatro sin contar a la descorazonada. No quiero contar más, intento evadir la herida porque sé que la última no puede imitar los grumos de mi garganta pero el instinto aprisiona. Sospecho que fue una muerte, sí, ella la mató y ahora no sabe interpretar su rol. Tiene un don ajeno inaplicable y vamos en línea recta hacia el derrumbe. Acá ya no tenemos espacio. Enciérrenme lejos, acá ya no tenemos espacio.

Retazos de piel sonriente empujan algunas tontas esperanzas hacia el centro. La existencia lloriquea de placer.

domingo, junio 15, 2008

inmóvil.


Atraviésame en la travesura perdida de este hueso alérgico aunque la sangrienta nos abandone en la tarea de observar el añejo relieve de las usanzas entre este silencio que aturde a la lluvia y realza la crítica que se dispersa en nuestras uñas. De la mano del aire el aullido invisible gorgoteando desolación y desespero me estruja. Alguien vuela, su paso es el primer indicio, el que nos adentra en el inocente cruce de la poseída. La madera no cruje cuando lo hace el cuerpo, entonces hoy no hay unísono porque nos quedan fantasmas. Te llamo a la acción. Un único número se forma o se desgarra antes de perderse. El cable enseña que del otro lado no tenemos ojos y nos entregamos a la desconsolada monorritmia.

viernes, junio 13, 2008

Mi hambre te guarda; hay una inútil espera desde el nacimiento de la apertura de nudillos hasta mi médula. El llanto nos cubre cuando maúllas.

sin séquito.


Todas las sábanas son mías, no me ahorques, todas las sábanas son mías. Los gestos caen con la noche, sospechan que hubo una tarde, una picazón entre mis dedos. Yo sé que por la ventana sólo vi una persiana baja y desteñida, las ramas de un árbol y arriba el cielo gris. Antes de la ventana mi cama deshecha. Ella es chica. ¿Vos tenés de dos plazas? Mi cama es chica. Toda ella está dentro de su piel. Nada falta y nadie se preocupa por el encastrar; alguien se derrama a la sombra del dios. Ella no baila, se engulle. Ella no baila porque de alguna manera busca convicción. Estalla, se estrella, se invoca.

lunes, junio 09, 2008

Soñé que no lloraba mientras dormía y que la inconstancia no me desgarraba desde dentro. Qué heavy, ¿no? Además me acuerdo que pasaban cosas lindas y yo tenía otro blog y escribía más alma. Y el alma era tibia. También me encontraba con mucha gente en el sueño y una señora se moría.

martes, junio 03, 2008

lunes, junio 02, 2008

quiebre.


Toda mi ternura,
todo mi oscuro despliegue en este
títere aguzado por la noche.

Ojalá pudiera seguirme entre éstas líneas,
ojalá pudiera curarme.

(de mí)

Ellos gritan sin amaneceres porque
les punza el témpano
yo me tengo en cambio sólo enferma
y falta de huesos sin niebla.

(me desvisto)

Los huecos se van hundiendo;
es simplemente decir que no hay muela
que sepa alojarme.

Es sentir entonces que puedo caerme dentro
para corroer sus manos con mi inconsciente ácido.

(se incinera)

Todo es siempre poco.

sábado, mayo 31, 2008

se estremece.


Leeme como en un apartado y traé esa mano que me despeina porque mi reino se descompone y un par de piernas se cansan de mí. Realmente –vos sabés− nunca hubo ámbito, aunque las risas se nos vayan de las manos no hay poro que se deje colmar y me abro ahora porque la brisa me cuaja el líquido que acontece el arqueo estelar solitario. Habitar pasó a ser poblarme de conceptos que me deshacen, de seres imaginarios que corroen también mi inexistencia. Sin embargo un gato tiene el pecho hundido y se deja acariciar, ronronea porque le duele y se siente vivo. Recuerdo con él que maúllo para encontrarme en el externo que me moldea. No me hallo, no estoy porque me quemo chocándome con esta luz de neón y la más blanca acapara, la más blanca acapara toda esta sal que nos deja ciegos. Hay una razón; los mares se escapan, quieren formar otros relieves, lo necesitan y mi piel nunca alcanza. Igualmente fallo, arena tampoco es esto y nadie se eriza para rogar simplemente.

martes, mayo 27, 2008

deletreo taciturno.




Ganar textura con el acercamiento.
Ganar textura con el acercamiento.

Ganar textura,
rozarme con perfectas manos extrañas
mientras
alguien teje
mi imperfección.

Nace desde
mis entrañas
y las toma;
yo no sé beber
me.

El viento exprime,
las arañas rehúyen del cuerpo de la
loca.

Aplaco el frío
de mi nariz,
de mis pares
con todo el pelo
con toda
la sed,
la piel.

Me acurruco porque
los azulejos quieren
punzarme.


Una araña con mi nombre
se desviste ante mi párpado derecho y

pica.

lunes, mayo 26, 2008

soy inofensiva.

sábado, mayo 24, 2008

inaudita bestia.


Las paredes me asisten en medio de la inútil noche porque necesito yo del frío, de la desfragmentación de mi carne. Alguien −sin duda− tiene que aniquilar a la monstrua, a la loba no, a la monstrua. Aniquilarla no (es ella la causa de mi contradicción), defenestrarla, hacerla sufrir, hacerle sentir al máximo su respiro. Magullarla para que entienda su condición, para que no se arranque ningún papel en la escena. Necesito que caiga. El enfriamiento de mi sangre es hoy, y a ustedes también los cambia (todos estos otros que me circundan y no puedo ver). ¿Y qué si la loba no me sacia? ¿Y qué si la monstrua soy toda yo? No merezco −a pesar de las respuestas− la asistencia de estas paredes, espero su derrumbe sobre mí. No merezco yo siquiera el frío de mis manos aunque sea frío. De ninguna manera busco la diseminación, una célula ya es mucho. Hablo de la inexistencia, de la erradicación de ésta que desde dentro me hiere, me golpea y me impulsa. Alguna de ellas decide amanecerse, son tantas… shhh, encuentro una mancha. Apaciguame, no tengo qué darte, apaciguame por favor.

(24/5/08 - 21:46)

miércoles, mayo 21, 2008

alusión precedencial.

(me guarece lo violáceo)


(El cielo −inmenso− rodeándonos entre esta verde lluvia no hace más que enarbolar nuestro sentir de almas estrujadas. No hay luz, y si la hay es mínima y de un tinte verdevioletamortandad. Las almas −que intentan ahora henchirse o tomar lluvia− cuelgan de estáticas ramas otoñales. Hay viento, lo inmóvil no existe. Hablan entre babeos, gruñidos, sollozos y relinchos. Entre ellas.)

−ALMARIO: Me atrevo a decir que es tan terrible como haberme vuelto convexo, sabiendo de mi naturaleza de depósito, el hecho de tenerme estéril y vacío, imposibilitándome tarea y razón de contener.
−ALMÁCIGA: Al menos sabés de tu naturaleza, enllaguezco yo intentando llegar a mi centro. Me posaría sobre vos…
−ALMARIO: ¿Te posarías sobre mí?
−ALMÁCIGA: …si no fuera porque me es imposible reunirme. Me disipo.
−ALMARIO: Ah, era eso, el tema de la niebla otra vez.
−ALMÁCIGA: La niebla no importa, nadie puede escuchar este espeso llanto y entumezco con tus resoplidos. Dejame pensar aunque sea que tenés suerte por lo de los fundamentos, quizás acorde sería que me demostraras compasión.
−ALMARIO: Ahora que lo recuerdo, alguna vez contuve una guitarra.
−ALMÁCIGA: Y aún así mis lágrimas se filtran antes de llegar a tu piel. Es evaporación, jamás niebla.
−ALMARIO: La guitarra sonaba bien, vos estás desafinada.
−ALMÁCIGA: No engulle la tristeza tu agresión y sé que estás mal, que sería más simple llamar a la palabra para tocarte, pero me está pasando algo. Cuando me contabas de tu experiencia con la guitarra aludí también yo a una reminiscencia. Parece que alguna vez supe ser un puente, una sala de espera hacia la vida, en algún desapegado paralelismo. Supongo que me era fácil atender al mínimo o al desahuciado que rápido aprendía a levantarse entre mi piel.
−ALMARIO: Cargaste entonces con la habilidad de llenarte con indolencia, frialdad y abulia como ahora de recuerdos. Si supieras cuánto envidio tu incuestionable capacidad…
−ALMÁCIGA: Mi existencia llegó a perderse así, y juntos estamos evocando nuestras reminiscencias. Sé que preferís el silencio pero entonces, dentro de él, ya no te ves tuyo, propio. Intentemos evadirnos como la vez que conseguí hacerme una con la rugosidad de unas paredes que estuvieron a mi entera disposición toda una noche.
−ALMARIO: ¿Creés que es esa la manera? Sí, sí… hablaste de la pérdida del ser. (Por lo bajo.) Si te hospedaras aunque sea dos horas en mí… (Hacia la incomprendida.) ¿Evadirnos dijiste?
−ALMÁCIGA: Eso dije.
−ALMARIO: (Tranquilo, como la introducción a una canción de algún autómata.) Tan dulce y cálido saberme concavidad…

(La casi ausencia de luz titila y yo soy esa que se encuentra bajo tierra. El cuerpo sobresale y alguien tira el telón. Los talones de Almáciga y Almario se dejan caer disonantes aunque nadie pueda verlos.)


(21/5/08 - 20:04)


Almáciga: f. Resina aromática, en forma de lágrimas, que se extrae de una variedad de lentisco.|| Lugar donde se siembran semillas de árboles para trasplantarlos después. || Masilla.

Almario: m. Armario. (Ú. en la loc. Fam. Tener su alma en el almario.)

domingo, mayo 11, 2008

barrer al ras.


Trato de evitarme escribiendo sobre la inutilidad de las cosas, no sólo mía, no es evadir mi egoísmo. La inutilidad de la literatura OH POR DIOS, no es nada nuevo. O de lo que creemos/percibimos/etcétera que es la literatura. Me aferro a la relatividad, comparto, pero tampoco me cabe quedarme en ¿babia?, o inactiva más bien, aunque es lo que termino y empiezo haciendo. Me duele la yema del dedo, qué bajón. Como decía, trato de evadirlas como al 99% de los temas (Qué flashero, recién escribí %99, como cuando hablás de guita. Porque si por mucho tiempo no escribís sobre plata terminás por inercia escribiendo 10$ cuando es $10, eso seguramente lo sacamos del inglés, todo lo que es al revés lo sacamos del inglés, es la ley de oro). Pero al final me resulta imposible, un bajón. Te merodean esas ideas imbéciles en la cabeza (la de la inutilidad de las cosas y todas mis ideas en general), ocupan un lugar nonsense y termino por llevarlas al papel, porque me siento carente de memoria. Y a la vez trato de no hacerlo-agarrate, que empezamos con las contradicciones internas-porque me da culpa saber que no deja de ser un tema importante aunque gastado por la maquinación que le da mi cabeza y sigue y sigue y sigue y no me deja bailar, entonces termino pensando que al fin y al cabo sí es un evadir, pero no a la egolatría-aunque andá a saber-sino más bien a lo trascendente, a los meollos de las cuestiones. El tema es que yo creo que no los conozco. Ni a los meollos ni a las cuestiones y pienso: Pará, pero para qué quito de mí todo el enredo y lo mando a papel, a ¿paquetes de datos virtuales?, al aire si no es para encontrarme? Y automáticamente pienso: loco, soy New Age, como ese intento de vino.

Últimamente digo “Y automáticamente…” o “Por automatismo…” como por default. Y, claro, también digo “por default”. ¿Qué onda la alienación?

Tengo miedo por mi gata, tengo miedo, está viejita y ya no salta. Puta madre, si seguí rezando a lo largo de mi vida fue por su vida. Se me muere y me vuelvo parásito de la alfombra. Me gusta decir se me porque siento que en parte es como si fuésemos una, bah, aunque sea por mi parte quiero que seamos, ella quizás es ajena, pero todo bien. Entonces al creer eso puedo decir que si ella está mal y somos una yo paso a ser la parte fuerte y no se va a morir. No es cosa de posesión el me, aunque creo que gran parte del dolor por una muerte es por apego, porque esto en New Age, loco, no jodas mente puta. El veterinario dijo que estaba deprimida. Puta madre, gata, si no te ponés bien te mato yo por hipocondríaca. Ahora me hago la Darky también. Onda ¿qué se puede esperar de una Darky-NewAge cuyo segundo nombre es Federica? Apocalipsis. Sispilacopa. Sí, pila, copa. El Pity se inspiró en la Biblia y en el alcohol, no sólo en la droga, se los juro.

(11/5/08 - 00:20)

(barreras) Definitivamente los chistes nerdies y sin gracia son lo mío. Hell Yeah.

jueves, mayo 08, 2008

inútil muñeca ahogada.


Algo me impulsa, me encuentro, tengo palabras. Me digo que existo, que estoy boca arriba en una cama, con la cabeza colgando y la sangre subiéndome, cayendo. En el cuarto contiguo alguien llora. No, una gotera no es llanto, la lluvia se aloja en los huequitos de mis uñas y de allí la tomo porque aún no sé beber. En el cuarto contiguo yace el desconsuelo, entonces me levanto y decido socorrerlo. Un abrazo se traduce para él en amorfo hielo inmiscuyéndose por debajo de su piel, un canto en alarido. Entonces sobrevienen los golpes y magullada espero su calma. Llega, espero a que se quede dormido antes de volver a mi lugar, donde siento que las manos y los pies se caen del frío o bien entiendo el goteo interno y me descascaro. El sol es esta nube que me induce al silencio.

(8/5/08 - 15:37)

(.con.sus.palabras.)

miércoles, abril 16, 2008

porcelana.


Trataría sobre el languidecer de mis brazos y mis tobillos pero creo necesario trocar hasta llegar a las bases, los fundamentos del esporádico ímpetu que llega a hacernos bailar dentro de la versatilidad partiendo desde el centro de nuestras carnes. Para eso es preciso quitarnos los vestidos, las negaciones y las obsesiones para con este enfermizo espíritu porque podrías volverme intrépida. (Tanto y para qué.) Entonces digo que hay un puerto (volvemos a fundamentarnos), lo dejo asentado en lo más profundo de la sensación angustiante de saberme lejana al témpano y me sacudo otra vez las vértebras con la inútil oración. Las plegarias lloran intentando circundar siquiera el foco y entre tanto anochezco palpándome las concavidades, buscando un par de ojos vueltos infinito para encontrarme de repente con dos, tres, nueve ejes descarriados que me buscan. Huyo, rehúyo y pierdo mi médula. (Las vísceras con ella, toda mi mortandad.) De nada sirve desvencijar de esta manera mis muñecas portadoras de dagas.

(16/4/08 - 14:22)

"La androide tiene tu rostro, pero ¿quién puede enamorarse de un androide?" - Wong Kar Wai - 2046


(foto que mal se ve de mi primer Joystick, el bienamado B.)

miércoles, febrero 20, 2008

sostenerme.



El llanto despedaza lo desconocido, se abre camino a la inmensidad esta tibieza implacable en tanto que las razones se clavan en la garganta que ya no soporta. Las garras de estos pájaros sin nombre se clavan todas en la carne que ya perdí, que no existe, que no aparece en este espejo, entonces la piel aprende a gritarme y el pecho que se contrae no es mío, tampoco son mías estas venas descolocadas. Siento cómo ciertos huesos quieren desprenderse y en tanto me duelen. Cuando termino estoy toda yo debajo y quebrada, hundiéndome un poco más en este hueco, abriéndome también yo paso entre el vacío que perdió los brazos para abrazarme. Las ranas caen por este mundo y nadie les reconoce la lucha, ven simplemente cómo se les muere el futuro y mis ojos se enrojecen, se enferman, me arruino. Dentro también me despedazo y no hay costado que quede sano, limpio, inmaculado. El viento y la lluvia ya no calman. No calma tampoco la cura. Sólo queda rendirse a esta obsesión de nunca poder rendirse y asfixiar al mundo con todo esto que intento guardar pero ya no puedo. Empiezo a salir y duele tanto, no me dejes. Por favor, no me dejes que todo este vacío podría comerse el mundo. Me agarro el cuello y miro arriba para respirar mejor y nada, ya sé que nada me calma.


Todas las huellas de un vidrio en fragmentación.