martes, julio 08, 2008

sigilo.



Las hacías pasar, una a una, y luego de examinarles alma y piel se aproximaban sin vacilación a esa interminable hilera. Tenían frío, vidrios, y estaban empapadas en baba, jugos ajenos, llanto.

Después de dos años sin comer, siendo bebidas cada hora y media por deformes clowns que manipulabas, si no enloquecían empezaban a apreciar la degustación de cada gorgoteo amargo, de cada sonrisa enferma, de todas las máscaras. Detrás del vidrio vos, y cuando no podías más les mostrabas a algunas que tus ojos estaban. Realmente no sé si permanecías siempre detrás.

Las desquiciadas mueren; el exterminio es hoy. Todas las demás podrán, en un par de años, constar de una máquina parecida para ubicarla por encima de su latir para así creer que se olvidan de todo.

Todo se fue con la destrucción de sus compañeras, su placer es un engaño más allá del evidente. El mundo punza, reacciono con las agujas, el mundo deja de aguijonear.

Las hacías volverse témpano, se caen sobre sí mismas.

3 comentarios:

Marlián Tole dijo...

Oda a las las nuevas pastillitas de colores del siglo XXI?

Cata Perini dijo...

Hola Martina, tanto tiempo.

Cata Perini dijo...

Hay te lusiste con esos versos MARemoto.

Ni yo se que soy... estoy encontrando mi "espiritu militante" por ahora pruevo con la JP, que son gente muy agradable que me introducen en el ambiente de la politica. Es como buscar una religion.

Espero que no me taches de oficialista y me bloques del msn.
Ya han reaccionado parecido.