miércoles, enero 24, 2007

quarante.



Hace ya 40 años -sí, yo no estaba viva- murió quien sin saberlo produjo una mezcla indescriptible de cosas en mí.
De chica pensaba que no tenía derecho a leerlo alguien como yo que no servía de nada. Ahora creo igual. ¿Pero qué sería de mi sin él?. Sin lo que pude llegar a entender de él, que seguramente no es nada, pero es todo. "Nada de nada es todo..." diría él mismo en Nihilismo.
Oliverio Girondo, y no viví en su marco histórico, no me puedo ubicar en tiempo y espacio en carne viva, pero sin embargo me llega al alma.
¡¿Qué importan las fechas, el tiempo, lo que sea?! Éste es el ejemplo concreto.

Acá, cuarenta años después de tu muerte, alguien te piensa y te escribe. A vos, que sólo te conozco por letra.

No podría escribir algo coherente que abarque todo para éste señor. Me resultaría imposible... Por eso es tan corto, por eso...

(¿algo más clásico que el poema de la foto para el autor, eh? porque en el libro dejó mi papá una pluma. por eso. (otra vez, sí))



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