domingo, noviembre 30, 2008

ligadura.

Érica se encontraba en la entrada al desvestir de las rocas sobre la creación de sus propias espadas en llamas, que incinerándose no sólo como armas sino como esferas de un encantamiento poco sutilizado por energías enfermas que cantaron hasta el amanecer con sus músculos cubiertos de la nieve del cataclismo, surgieron cercanas al bosque que trepida nombres inciertos para ahuyentarla.

Utilizando mis garras no tiene ella dónde ir, y las salas están cerradas. Todas las llaves tienen dueños ajenos en extraños estómagos que degluten niños sin escupir sus huesos.

Si no importa tanto es porque siempre que el calor arrase voy a estar adentrada en Érica sobre el asfalto, transpirándonos entonces en el zapateo histérico de los que corren trenes sin sacar boleto o piden atención para la cena que les dé su afición al arte que cansa y parte la euforia de la calle. Las veredas con sombra y no me quedo sin saber si el frío es igual, pero éste no se invoca.




Yo, máquina, de noche me corrompo para no ganar más terreno. Ella tenía un misterio que espero no me haya dejado mordisquear. Hablo de Érica, que sueña y atraviesa la entrada, cualquier umbral a todo momento. Ella se desdobla con mis inconscientes desdenes en tanto que me oxido por dentro las sonrisas fingidas vueltas orín, porque no sé si es llanto ya.

5 comentarios:

Luciano dijo...

OJITO con el vocabulario que usas en MI BLOG, mi vida


un beso ;)

Anónimo dijo...

dientes a la derecha
lengua a la izquierda

(L

Anónimo dijo...

Mirate "El lado oscuro del corazón". De seguro te gusta.

m. dijo...

Aló anónimo. Sí! ya la ví =) Hace muuuuuuucho que no la veo pero en una época la veía seguido

Martina dijo...

Érica es un nombre hermoso para una mujer. Yo también tenía insomnio ayer. Y hoy me levanté demasiado tarde como para emprender cualquier cosa. Así que me tomo el día para estar sola y no hacer nada.
Un beso.