lunes, octubre 27, 2008

nociva crudeza.



El reflejo de las gotas perdidas en mí, llevándome. (a dónde) Las esquinas palpan, siendo hurgadas. (porque el aire, sed de acontecer a la noche)

Golpéame lluvia para volverme caudal de una vez... bajo algún rayo carente de intensidad. (siquiera merezco)

Enumerar era entonces como evadir las luces de la tarde, perder finalidad y mojarse sin ideas, sin ánimos de ser secada por otro extraño. Ningún pabilo me despierta ya.

Los trapitos dentro y sucios de mí. (por eso)

7 comentarios:

m. dijo...

circundándome
no era tan fácil.

mélan dijo...

sí...




... pero el "tú" nunca funciona en la poesía.    aunque a la foto le va peor.









        

Natt.- dijo...

ke foto!
es rarisimo lo que escribiste..o será que estoi demasiado volada como para empezar a relacionarlo..con alguna que otra cosa..

un saludo!=)

Ignacio Violini dijo...

Desteñidos Cian, Magenta y Amarillo
arruinando lo básico.

Jimena Gale dijo...

que paradoja, los trapitos sucios con la ducha y el agua que te lleva. Tal vez sea que hay suciedad que creemos adherida sin posibilidad de salirse.
Espero que no.
Te dejo un saludo y espero que andes bien.
Saludos!

FucKundo dijo...

Exelente todo

Luciano dijo...

q atractiva ;)