domingo, diciembre 17, 2006

de achicadas pupilas.



Las cosas le parecían sencillas

lo mismo con el mundo

y la vida.


Mientras hacia sus cosas sonreía

sonreía sola en su casa

con sus amigos y en los teatros sonreía

no temía de sonreír en velorios

en los museos o en el cine casi reía

y hasta a veces durmiendo sonreía.


Una vez,

sonriendo entre una masa de gente,

sintió cómo dos pupilas

se clavaban

estrepitosas

en su nuca.


Extrañadamente alegre esta vez

se da vuelta

y compite a éstas

con sus mismísimas pupilas

que ahora yacen

en las concavidades

del receptor.


Ahora en vez de sonreír

no deja de pensar

ahora en vez de sonreír

no deja de llorar.


Duele tanto

a veces

encontrarse

con uno mismo…


(confundir color con pupila, infinito)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué hermosos ojos