Hasta hace un tiempo
mi piel
estaba seca
y mi cuerpo
-como ahora-
en el suelo,
tieso.
Y llueve,
cada vez más fuerte.
Es increíble
siento cómo cada gota
recorre mis venas,
traspasa mi cuerpo...
Y después se escurren todas
y pasan a la rejilla de mi alma
que no existe.
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