Incontadas las veces
que cantan al Sol
sin saber que es
la que los alumbra
hoy.
Pero borrachos...
borrachos cantan mejor.
localocalocalocalocalocalocalocalocalocaloca localocalocalocalocalocalocalocalocalocaloca localocalocalocalocalocalocalocalocalocaloca localocalocalocalocalocalocalocalocalocaloca localocalocalocalocalocalocalocalocalocaloca. muere.
Incontadas las veces
que cantan al Sol
sin saber que es
la que los alumbra
hoy.
Pero borrachos...
borrachos cantan mejor.
La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza. Y en tu voz sólo un pálido adiós y el reloj en tu puño marcó las 3. El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa, cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas. Te hace bien, tanto como hace mal; te hace odiar, tanto como querer... y más. Cambiaste de tiempo y de amor y de música y de ideas, cambiaste de sexo y de Dios, de color y de fronteras. Pero en sí nada más cambiará y un sensual abandono vendrá... y el fin. Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera. ¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! Hojas muertas que caen siempre igual: Los que no pueden más se van...
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